Ahora que se acerca el final de la Navidad y con la Premier League como el único gran campeonato que ha tenido fútbol en este periodo, no quería dejar pasar la oportunidad de escribir sobre este tema, que lleva un tiempo rondándome por la cabeza.

Mi pregunto si nuestro fútbol es, de verdad, el mejor del mundo; si nuestra liga, la Liga Santander, es, de verdad, la mejor liga del mundo. Al menos esto es lo que se afirma muy frecuentemente. Viendo los precedentes, mi postura es clara: NO. Es cierto que tenemos a los mejores jugadores de fútbol, pero para llegar a consolidar este hecho hay que tener en cuenta otros muchos factores, igual de importantes, en el que somos superados con creces.

El periodo navideño caracterizado por los momentos en familia, en el que el disfrute de los niños es constante, no se ve acompañado por el fútbol profesional español, ya que el sindicato de futbolistas se niega a querer jugar en esta época. ¿Cuándo darán más espectáculo que en estos momentos? Probablemente en ningún otro instante, pero como afirmó el presidente de la Liga, Javier Tebas, «si el sindicato no quiere, es difícil«.

Pues bien, atendiendo a estas premisas, es fácil llegar a la conclusión de que aquí lo importante no es ofrecer espectáculo a los aficionados, y en especial a los más pequeños, como sí sucede en la liga inglesa. Entonces, ¿cómo vamos a compararnos con ellos? En el momento que comencemos a establecer las prioridades adecuadas como sí han hecho tradicionalmente en el campeonato inglés podremos intentar ponernos a su altura. Por el momento, nos miran por el retrovisor, ya no sólo en esto sino también en el nivel de competitividad e igualdad que hay en la liga.

Esos mismos jugadores que cobran millonadas extravagantes son los que se niegan a jugar en Navidad en nuestra liga. Sin embargo, en la Premier League hasta tres jornadas se han vivido en este periodo siendo conscientes de que en estos días sus aficionados, especialmente los más pequeños, pueden asistir a los estadios con mucha más libertad para disfrutar del espectáculo de sus ídolos.

Hace falta dar un paso al frente, ser conscientes de que los tiempos cambian y tener en mente siempre a uno de los pilares fundamentales de este deporte, los aficionados. Sin éstos el fútbol no es lo mismo y si no les cuidamos desde pequeños no nos debe extrañar que esa ilusión que siempre ha despertado este magnífico deporte en España comience a despertarla el fútbol de fuera de nuestras fronteras, como en algunos casos ya está sucediendo. Despierten dirigentes…