Nadie tiene vergüenza

Nadie en el club da la cara después de perder ante el Granada.

Menos mal que en dos semanas la temporada ya habrá acabado. ¡Qué larga se me está haciendo! Cansado estoy de tantas batallas, de tantas polémicas y de tanto meter mierda por meter. En dos semanas, estemos en Primera o en Segunda, toca una reestructuración del club. Hay tantos que no dan la talla en el césped como en la zona mixta. 

“Comunicadores” que contradicen informaciones verídicas, jugadores que salen de fiesta después de una de las peores humillaciones recientes del club, mediocres vestidos de estrellas, dirigentes incapaces de gestionar eficazmente los recursos económicos de la entidad y futbolistas que hagan creer a la afición. 

El sábado, antes de la humillación ante un rival directo como el Granada, centenares de aficionados recibieron con el ambiente de las grandes citas a los futbolistas. Pero ellos decepcionaron. Nada más empezar el partido más importante de la temporada encajaron el primer gol y, aunque reaccionaron con un golazo de Salva Sevilla, faltó valentía para irse al descanso con ventaja. Se escaparon con vida al descanso y en la primera jugada de la segunda parte dieron la estocada al partido. Aunque los números nunca engañan y digan que el Mallorca chutó más, que el Mallorca tuvo más posesión y que el Mallorca atacó más; hizo el ridículo.  

Y faltó un mensaje de esperanza. Nadie ni de la propiedad, ni de la directiva, ni de los futbolistas dio un mensaje de esperanza y de ilusión. Javier Aguirre compareció sin más, Pablo Maffeo dijo que se iban a dejar la piel y Antonio Sánchez ha hecho lo mismo en redes sociales, pero ¿y los capitanes? ¿Por qué no hablaron? ¿Por qué están callados? ¿No quieren a la afición? ¿No se creen la salvación? ¿Y el club? Tampoco dan la cara… Pero no lo van a reconocer porque han convocado a la prensa en Campos a las 20.00 y así se lavan las manos. Qué poca vergüenza. 

El mallorquinismo lo dejó, lo deja y lo dejará todo, pero no se merecen ni directivos ni futbolistas que no se dejan el alma. Nunca le ha dado la espalda y nunca le dará la espalda a los jugadores que lo dejen todo en el terreno de juego, pero el sábado, desde casi todos los estamentos del club, les faltaron al respeto.