Ahora que el Mallorca ha confirmado su presencia en LaLiga Santander para la próxima temporada, todos hablan del por qué. Solidez defensiva, resultados cortos… Cada uno tendrá sus razones. Aun así, todos coinciden en la existencia de una base, algo sobre lo que se sustenta el Mallorca, una columna vertebral sobre la que se construye un equipo de Primera. Esos cimientos son una serie de jugadores que han brillado por encima de los demás durante esta campaña: Predrag Rajkovic, Antonio Raíllo, Íñigo Ruíz de Galarreta, Kang In Lee y Vedat Muriqi.

Si cualquier mallorquinista tuviese que elegir un ‘cinco’ titular, al estilo fútbol sala, el de la mayoría no sería muy diferente al formado por esos cinco futbolistas. Entre ellos, como mínimo uno por línea, han sujetado al Mallorca los momentos no tan buenos. Desde atrás, empezando por las 12 porterías a cero de Predrag Rajkovic, hasta arriba, con las 14 dianas anotadas por Muriqi, cifra que sitúa al kosovar entre los mejores delanteros de la liga española. Si había alguna duda sobre la cantidad que se desembolsó el club el pasado verano para su traspaso, se ha disipado de manera clara.

Imagen: RCD Mallorca

Empezando por el guardameta serbio, ya hablamos de si estaba entre los mejores fichajes del Mallorca reciente. La respuesta fue clara: sí. Viniendo de una temporada caótica en lo que a portería se refiere, Rajkovic ha sido un ángel caído del cielo. La mayoría no le conocían cuando vino, pero las referencias eran muy buenas; aun así, ha acabado superando las expectativas. Si no fuese por sus paradas -claro ejemplo ayer contra el Valencia-, quien sabe si el Mallorca estaría algo más abajo en la clasificación, todavía peleando por una salvación que ya tienen amarrada.

A pesar del gran nivel del portero, no todo el mérito es suyo. Con la línea de cinco que suele poner Aguirre delante, el trabajo de Rajkovic se reduce de manera considerable, una línea capitaneada por, valga la redundancia, el capitán, Antonio Raíllo. El central cordobés es como el buen vino, mejora con los años. Cuando crees que no puede ser mejor, realiza un partido soberbio y hace que la gente no sepa qué esperar de él. Llegó al Mallorca para Segunda, se quedó en Segunda B y se ha convertido en un emblema en Primera. Además, no es solo el líder de la defensa, sino que, cuando el equipo necesita dar más, ahí está él para empujar.

Por otro lado, un equipo de Primera División siempre tiene que contar con un maestro de ceremonias, alguien que lleve la batuta, y ese ha sido Íñigo Ruíz de Galarreta. La lesión de cruzado solo fue un bache, ya que volvió como se fue: dirigiendo, controlando y moviendo al Mallorca. Ahora, en este final de temporada, parecía haber encontrado a su pareja ideal con Manu Morlanes, el que está destinado a sucederle a partir de la campaña próxima. Su marcha al Athletic Club es inminente y, para despedirse y a pesar de haber dejado algunos partidos no tan buenos, ha mostrado un gran nivel en su última temporada en Son Moix.

Para hablar de la parcela ofensiva, cualquier mallorquinista se pondría de pie. Vedat Muriqi y Kang In Lee, vaya dúo. El ‘fútbol champagne’ de Javier Aguirre ha dependido muchas veces de lo que estos dos hagan en la pequeña isla que a veces era el campo rival. Con el surcoreano, los aficionados han disfrutado de un jugador como algunos nunca antes habían hecho. Esto, sin hablar de goles, asistencias… sino talento puro. Una muestra de superioridad sobre los demás que, sobre todo este último tramo de campaña, se está dando continuamente. Esto, sumado a los tantos y el desempeño al que ya estamos acostumbrados de Muriqi, ha hecho que el Mallorca haya formado una de las mejores parejas de atacantes de la liga.

Estos son tan solo cinco pilares sobre los que se ha construido el Mallorca de esta temporada. A veces ha fallado uno, otras veces dos, pero, cuando han estado, han demostrado ser parte fundamental de la estructura del equipo bermellón. Parece que dos de ellos -Galarreta y Kang In- abandonarán el barco este verano, por lo que habrá que encontrar nuevas piezas que sigan haciendo del Mallorca lo que es: un equipo que compite, compite y compite. Un conjunto difícil de vencer, que desespera a los rivales. A partir de aquí, veremos quién asume más responsabilidades a partir del año que viene. Dos de los cinco pilares se van y hay que encontrar el reemplazo. Empieza la búsqueda.