Llega el mes de abril y, por contra de otros años, la preocupación entre la hinchada del RCD Mallorca recae en si el equipo jugará o no una competición europea el curso que viene. Lejos de los puestos de descenso, donde el pescado parece que se venderá entre Valladolid, Las Palmas, Leganés Alavés, Espanyol o Valencia, el Mallorca afronta las últimas nueve jornadas de Liga con el foco puesto en otro contexto. Tras perder 1-0 en Mestalla, el equipo de Jagoba Arrasate tiene por delante un mes de abril de vital importancia. Siempre y cuando sus aspiraciones de mantenerse entre los diez primeros siga siendo una prioridad. Actualmente, los bermellones son novenos en la clasificación con 40 puntos, igualado con el Rayo Vallecano (séptimos) y el Celta de Vigo (octavos). No debería ser tabú ni nadie debería echarse las manos en la cabeza tras la siguiente afirmación: y es que, el Mallorca, tiene muchas papeletas para terminar en esa séptima u octava plaza y, por ende, jugar o Europa League o Conference League.

Para ello, el mes de abril es importante. Y lo es sobre todo en el contexto de Son Moix. El Celta es el próximo rival que visitará la isla. Lo hará este fin de semana, el sábado a las 18:30 horas. Un horario que debería ayudar a que el feudo bermellón esté a reventar. Con la permanencia prácticamente sellada -que no de manera matemática-, los de Arrasate buscarán dar un importante paso adelante ante los suyos. Sumar ante el Celta, ante un rival directo, y colocarse con 43 puntos a falta de ocho jornadas, daría al Mallorca un empuje extra para el tramo final del campeonato. Un poco más adelante, el Leganés será quien visite Son Moix. Un choque vital para las aspiraciones de salvación que tienen los de Borja Jiménez, pero que el Mallorca debería solventar sin problemas. En el mejor de los casos, los bermellones sumarían seis suculentos puntos solo con los dos partidos que tiene este mes en Son Moix.

Real Sociedad y Barça lejos de Son Moix

Por contra, el Mallorca pasa de dos encuentros ‘apacibles’ en Son Moix a dos salidas verdaderamente complicadas. Tras recibir al Celta este fin de semana, los bermellones tendrán la compleja tarea de visitar Anoeta, donde la Real Sociedad esperará la revancha tras las semifinales de Copa del curso pasado. Poco después, a final del mes de abril, tendrán que hacer lo propio yendo a Montjuic a enfrentarse al FC Barcelona. 

La dificultad que tiene el Mallorca lejos de la isla solo se podría contrarrestar no fallando en Son Moix. El feudo balear debe ser, este mes, infranqueable. Y los rivales se prestan para pensar en ello. Vencer al Celta daría aún más alas a las aspiraciones europeas, siendo además un equipo que también luchará por esas posiciones. Contra el Leganés la cosa cambia mínimamente, ya que se trata de un combinado necesitado y que intentará sumar para mantenerse una temporada más en Primera. La dinámica del Mallorca en casa, aún así, se presta a pensar en positivo: tras un inicio de 2025 complicado, los de Arrasate encadenan cuatro partidos en casa sin perder (dos victorias y dos empates).

Muriqi ondeando la bandera de Mallorca en Son Moix
Vedat Muriqi ondeando la bandera de Mallorca (Foto: RCD Mallorca).

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