Tras un final de temporada especialmente amargo en el Mallorca y con un ambiente claramente enrarecido, todo apunta a que habrá muchos movimientos en clave mallorquinista durante el próximo mercado veraniego, siempre y cuando Pablo Ortells esté dispuesto a asumir este reto. Dada la situación vivida en las últimas semanas, es evidente que la dirección deportiva deberá reforzar prácticamente todas las líneas del campo.
PORTERÍA
La portería, una posición en principio bien cubierta con dos de los mejores porteros del campeonato, ahora se presenta como un auténtico quebradero de cabeza para los bermellones. El escaso protagonismo de Leo Román durante la temporada ha provocado su descontento, y parece decidido a abandonar el club este verano. Por otro lado, Dominik Greif también ha dejado en el aire su continuidad tras unas declaraciones recientes en su país, donde insinuó que su renovación está lejos de cerrarse. Es muy probable que el Mallorca necesite fichar dos porteros nuevos este verano. Una gestión, sin duda, nefasta por parte de la dirección deportiva.
DEFENSA
La defensa parece la línea con menos necesidad de movimientos drásticos. A día de hoy, la salida más probable es la de Copete, descontento con la falta de minutos esta temporada y predispuesto a marcharse. En el lateral, existe cierta incertidumbre con Pablo Maffeo tras su desencuentro con parte de la grada durante el partido frente al Getafe, aunque por lógica de mercado no tendría sentido ir en busca de un tercer lateral derecho. También queda pendiente la situación de Van der Heyden tras finalizar su cesión en el St. Pauli alemán; si Jagoba Arrasate no cuenta con él, el club deberá buscar un tercer o cuarto central.
MEDIOCAMPO/BANDAS
Sin lugar a dudas, esta línea es la que más debe reforzarse en el mercado veraniego. La base central, con Samú Costa, Mascarell, Morlanes y Sergi Darder, parece afianzada. En el caso del portugués, su bajón de rendimiento en la segunda vuelta, tras una primera mitad brillante en la que parecía destinado a salir por su gran nivel, parece haber rebajado su gran cartel. De momento, su continuidad no parece peligrar, aunque las circunstancias podrían cambiar.
La urgencia real para Pablo Ortells radica en los extremos. El Mallorca necesita jugadores rápidos, desequilibrantes y capaces de aportar profundidad en banda. Dani Rodríguez, que cumple 37 años en junio, y Antonio Sánchez pueden actuar allí puntualmente, pero ninguno posee las características de un extremo puro. Además, Antonio Sánchez ha demostrado ser más un jugador útil como recurso de rotación que como titular habitual.
Considerando que Robert Navarro no continuará, y que las cesiones de Valéry y Chiquinho han resultado un fracaso, el Mallorca queda únicamente con Asano como extremo natural. El japonés, además, ha sufrido constantes problemas físicos. Por lo tanto, fichar al menos dos o tres extremos debe ser una prioridad absoluta. También queda pendiente ver el papel que tendrá Marc Domènech. El joven canterano podría tomar un gran protagonismo según la confianza que Arrasate decida depositar en él.
DELANTERA
En ataque está la salida más evidente de todo el equipo: Cyle Larin. El delantero canadiense, pese a haber mejorado ligeramente sus cifras goleadoras, nunca ha cumplido con las expectativas. Su continuidad parece absolutamente improbable. Considerando también el bajo nivel que ha ofrecido Muriqi tras las lesiones sufridas en los parones de selecciones y el escaso protagonismo que ha tenido Abdón, sería pertinente buscar un delantero que le pueda hacer competencia al kosovar.
El Mallorca, sin duda, se enfrenta a un verano de reconstrucción profunda en todas sus líneas. La dirección deportiva, con Pablo Ortells al frente, deberá tomar decisiones firmes y acertadas si quiere revertir la dinámica negativa de la segunda vuelta y armar una plantilla competitiva que ilusione de nuevo a la afición.