El Mallorca tiene este domingo su última oportunidad de demostrar que quiere estar en Europa el año que viene. Tras el mazazo de la derrota en el último minuto en el Bernabéu, los bermellones se encuentran a un punto de la octava posición, que otorga acceso a la Conference League. Enfrente estará el Getafe, que se ha complicado la vida durante las últimas jornadas y todavía no está salvado. Si los bermellones consiguen vencer a los azulones en la última cita liguera en Son Moix, todo se decidirá en Vallecas.
Arrasate recupera a Morlanes y Robert Navarro para la causa, aunque el técnico afirmó en la rueda de prensa previa al partido que «no están ni mucho menos al 100%». Las únicas bajas son la de Abdón Prats y Asano, que ya no pudo estar contra el Real Madrid debido a unas molestias físicas. De cara a una posible «final» en Vallecas, hay cuatro jugadores apercibidos y que tendrán que ir con cuidado si no quieren perderse el último choque: Valjent, Mascarell, Darder y Larin.
El Getafe, por su parte, llega a la isla con la necesidad de puntuar y cerrar de una vez por todas la permanencia tras seis jornadas seguidas perdiendo. Con 39 puntos, los azulones son 15º y podrían meterse en serios apuros si no logran sumar en ninguno de los dos partidos restantes, especialmente teniendo en cuenta el calendario de Espanyol, Alavés y Leganés. Bordalás solo tiene la baja de Djené, que cumple el último de los tres encuentros de sanción tras su expulsión en la jornada 34.
Será un duelo, sin duda, de ilusión contra necesidad. El Mallorca está obligado a ganar si quieren mantener vivas sus opciones de alcanzar puestos europeos. Si los bermellones se imponen en su última cita en Son Moix y Osasuna no suma los seis puntos que le quedan por disputar, todo se resolverá en la última jornada, en Vallecas. Cabe recordar que, en caso de empate a puntos, el conjunto navarro terminaría por delante en la clasificación. Para el Rayo, la espera se alarga hasta esa última fecha, aunque el 1-0 de la ida a favor del Mallorca puede terminar siendo un factor decisivo. Noventa minutos que pueden marcar el destino de dos sueños muy distintos.
