A punto de afrontar lo que será el tramo final de la liga BBVA, los dos equipos que, por historia, forman uno de los enfrentamientos más intensos y bonitos de España, están destinados a verse en situaciones inesperadas, cuanto menos, y cuyo cambio sería un hecho remoto de aquí al final de ésta. Es por eso que ambos equipos se han visto obligados a asumir un cambio más que considerable en su rol, para bien de uno y mal de otro.

Si bien el Betis se encuentra en plena lucha con R.Sociedad, Valencia, Getafe, Levante y Rayo por entrar en Europa, el Sevilla no se encuentra en ninguna pugna importante, sino que lucha con equipos situados en mitad de tabla. Lo curioso de esto es que hasta hace muy poquito y durante muchos años los papeles estaban cambiados, es más, era el Sevilla quien luchaba por Europa, mientras que el Betis lo hacía por la permanencia o hasta para ascender a primera división.
Lo que resulta más alarmante, en el caso del Sevilla, es que si en la época dorada del club, en la que ganaron 2 Uefas seguidas  y varias Supercopas, la plantilla que poseía asustaba hasta a los más grandes, ahora es un equipo sin salsa, en que el único que pone algo de espectáculo es un Jesús Navas lejos de su mejor momento. En cambio, los béticos ahora presumen de tener una mejor plantilla que la de su rival, siendo un recién ascendido y gastando menos, a parte de tener uno de los mejores entrenadores de la liga.
La cuestión es que el cambio es tan radical por parte de los dos que son los hispalenses los que tiemblan cuando se tienen que enfrentar. De Luis Fabiano y Kanouté se ha pasado a un  solitario Negredo, que, de cada vez, va a menos. De Maresca a Rakitic, un gran jugador, pero que le queda mucho para llegar a Maresca. De Dani Alves a Cicinho, de Adriano a Fernando Navarro… Eso se traduce en un equipo capaz de arrasar en los estadios más difíciles al que es el tercer peor equipo fuera de casa.
Por el contrario, el Betis es el tercer mejor equipo fuera de casa. Con un presupuesto inferior, ha sido capaz de montar un equipo con muchísimo talento, calidad y descaro. Los Beñat, Rubén Castro, Campbell, Jorge Molina… son capaces de asociarse hasta el punto de abusar del rival. Aún están lejos de lo que fue el Sevilla, pero no es tan descabellado pensar que en un futuro pueda, al menos, intentar hacerle sombra.

Xesc Ripoll / @noticiasrcdm / REDACCIÓN