A veces el fútbol
tiene cosas especiales, singulares, situaciones que parecen
imposibles que así sean, pero que terminan por acabar siendo una
realidad. Un ejemplo es la trayectoria de Carlos Vela y Giovani dos
Santos. Su talento llamó la atención de grandes clubes europeos
(Barcelona, Arsenal, Tottenham), pero una vez allí, no gozaron de la
confianza suficiente y su imagen se fue devaluando, ahora, otra vez
en un equipo de un nivel inferior, vuelven a llamar la atención de
los grandes clubes europeos.
(Fotografía
Vela y Dos Santos – Copyright: Marca)

Ambos tienen unas
características bastante similares, físicas, técnicas, por
demarcación y en cuanto a reacciones emocionales, pasan por el mejor
momento de su carrera, llevando a sus equipos a rendir por encima de
sus expectativas. Los dos despuntaron muy jóvenes, Vela con 17 años
fue fichado por el Arsenal tras ganar una Copa del Mundo sub-17 con
México, donde fue máximo goleador y sin haber debutado todavía en
la 1ª división mexicana. Su magnífica actuación en aquel torneo,
no pasó desapercibida para Arsene Wenger, quien es un asiduo
seguidor de estos torneos. Giovani aún era más joven cuando llamó
la atención de los scoutings del Barcelona, también en un torneo de
categorías inferiores con la selección mexicana, pero él, tan sólo
tenía 12 años. Una vez lograron formar parte de la primera
plantilla, seguramente demasiado jóvenes, no consiguieron hacerse
con un sitio en el equipo, incluso parecía que su imagen quedaba
devaluada, haciendo parecerles peores jugadores de lo que en realidad
eran. Vela llegaba un año después de la marcha de Henry, un peso
muy grande para un jugador que venía a ocupar una posición similar,
aunque un rol muy distinto. Giovani debutó con el primer equipo
azulgrana en 2007, justo en una etapa difícil, entre el declive de
Rijkaard y la llegada de Guardiola. Encima tenía que lidiar con el
mejor jugador del mundo en aquel momento, Ronaldinho y con la figura
emergente de un joven Leo Messi que ya empezaba a deslumbrar.
Tras aquella etapa,
ambos jugadores se marcharían buscando más oportunidades de jugar,
Vela a la Real Sociedad tras un corto paso por el West Brom y Giovani
marcharía traspasado al Tottenham, donde tampoco acabaría de contar
para Harry Redknapp y tras varias cesiones y una posterior venda al
Mallorca, terminaría siendo traspasado al Villarreal. En la Liga
española siempre se han sentido muy cómodos, adaptados y sin la
incomodidad del idioma. Carlos Vela suma ya más de dos temporadas y
media con la Real, siendo un jugador importante y mejorando su
aportación del año anterior, llevando a la Real Sociedad a jugar la
Champions League 10 años después de su última participación.
Giovani despuntaba por donde pasaba, en el Racing de Santander y en
el RCD Mallorca se había convertido en el eje ofensivo de aquellos
equipos, pero pese a su buena actuación individual, no lograría
mantener al equipo en primera. Este año ha llegado al Villarreal,
donde sigue siendo la pieza clave del apartado ofensivo, pero esta
vez, con la convicción, de que ello está sirviendo para lograr las
aspiraciones del equipo.

Esta temporada ambos
suman ocho goles, más seis asistencias para el de la Real, mientras
Giovani suma cinco. Pero lo más importante es su juego, su
influencia en el juego del equipo, y la capacidad para aparecer
cuando más lo necesita el equipo. El desborde de ambos es temido por
todos sus rivales y su capacidad para crear peligro es un quebradero
de cabeza para cualquier entrenador rival. Ambos llegaron en el mejor
momento de su carrera al equipo más adecuado a sus características
y han llegado a un nivel de rendimiento, que se hace imposible
pensar, que sus nombres no circulan por las agendas de los directores
deportivos más influyentes del planeta y es que Vela y Giovani están
pidiendo a gritos otra oportunidad en un grande de Europa, piden una
oportunidad, en el momento justo.

Quim Pascual Pla