Foto: Paco Natera

La decisión está tomada. Felip Portas ha decidido abandonar el club
tras nueve temporadas, en las que él y su directiva rescataron al club
formenterés de una muerte segura para convertirlo en uno de los equipos
punteros de Balears. Ahora, sin embargo, ha llegado la hora de un adiós meditado y decidido.

-El pasado mes de noviembre usted dijo que no continuaría
como presidente de la Sociedad Deportiva Formentera. ¿Ha cambiado de
opinión?

– No. Fue una decisión que rondaba por la cabeza de la directiva y yo
personalmente dije a mis compañeros que no continuaría, que no me
volvería a presentar a la presidencia.

– Ahora, tras su decisión, se abrirá el proceso electoral…
– Efectivamente. Ya estaba previsto y en las próximas elecciones podrá
presentarse quien quiera, como quiera y con quien quiera. La semana que
viene se aprobará el calendario definitivo, que finalizará a finales de
marzo o principio de abril con las elecciones a la presidencia del club.

– ¿Por qué se marcha?
– Como se dice en democracia, porque es bueno que haya alternancia. Las
legislaturas tienen fecha de caducidad para que se produzcan relevos y
creo que después de nueve temporadas comienza a ser hora de que lo deje.
Es más, considero que es bueno y necesario para el club.

– ¿Está usted quemado?
– Hombre, nueve años queman. Hemos pasado de ser un club con un
presupuesto de casi cien mil euros a uno de medio millón. De un equipo
de Preferente a uno que es campeón de Tercera División balear y de
gestionar a un centenar deportistas a tener 250. Todo esto requiere de
un tiempo y de una dedicación que no tengo. Cuando empecé estaba soltero
y vivía con mis padres sin cargas familiares, pero ahora estoy casado,
tengo dos hijos y una empresa que ha crecido al mismo ritmo que el
Formentera. De verdad, no puedo ni quiero seguir. Es un cargo que
precisa de muchas horas de dedicación y que, además, tiene un coste
familiar, económico y social.

– La gente no termina de creerse que usted se irá.
– Ya lo sé. Muchos aficionados piensan que luego daremos marcha atrás y
no es cierto. Es una decisión muy meditada que está tomada y no hay
vuelta atrás. También comprendo que es complicado encontrar relevo. Lo
hemos hablado y sabemos que no será fácil que alguien se embarque en lo
que es ahora un trasatlántico.

– ¿Considera que se ha cerrado una etapa en el club?
– Pienso que sí. Hemos recuperado la SD Formentera porque cuando
entramos estaba en una situación crítica, técnicamente en quiebra.
Ahora, tras estos años, hemos recuperado a la entidad social, económica y
deportivamente. Hemos pasado de tener tres espectadores a tener 500 o
600 y hemos llevado a la entidad donde no había estado nunca. El
proyecto está consolidado en Tercera División, hay una estructura
deportiva de fútbol base y, por tanto, creo que ahora es un buen momento
para que entre gente nueva, con renovadas ilusiones y con ganas de
trabajar y darle continuidad o cambiarlo si lo consideran oportuno.

– Pero las elecciones serán en marzo o en abril, cuando el equipo se estará jugando su futuro.
– Es cierto, pero yo no puedo ni debo renovar, por ejemplo, a jugadores,
técnicos o firmar acuerdos con patrocinadores. No puedo hipotecar al
club. Deberá ser la directiva entrante la que intervenga y haga lo que
tenga que hacer, en todos los apartados. Son ellos los que deberán
planificar la próxima temporada. Tiene que haber una alternancia.

– ¿Algún candidato a la presidencia en el horizonte?
– Quedaría feo que yo dijera quién tiene que ser el nuevo presidente,
pero me siento responsable hasta cierto punto de irme y que el club
quede decapitado. Por tanto, haré lo posible para que antes de irme haya
un relevo.

– ¿Alguna idea?
– Veo muy complicado que salga un presidente si no es un integrante de
la actual junta directiva porque ya tienen un recorrido, una experiencia
y un conocimiento de cómo está el club. Que venga alguien de fuera es
muy complejo. A día de hoy no hay aspirante a la presidencia. Nadie
quiere estar delante.

– En alguna ocasión se habló de Xicu Ferrer…
– Sí. Hablamos con él pero nos dijo que no estaba interesado. Está descartado.

– ¿Sería bueno para la entidad que se presentara una persona sin lazos con la actual junta?
– Claro que estaría bien, pero lo veo complicado porque no hay que
olvidar que también debería venir a trabajar con otras 20 personas, lo
que complica todavía más todo el proceso de sustitución.

– ¿No ha surgido ningún aspirante?
– Para trabajar y para ayudar, sí. Lo que cuesta es encontrar a la
persona que quiera dar la cara. Por eso le digo a mis compañeros que si
no sale alguno de ellos será realmente complicado que surja un candidato
de fuera de nuestro grupo.

– El futuro parece estar ensombrecido…
– Hay que tener en cuenta que hay mucho trabajo que hacer. El Formentera
es un club artesanal y somos los directivos los que trabajamos y los
que invertimos nuestro tiempo en el equipo. También es verdad que tiene
sus gratificaciones, no lo voy a negar. Estamos aquí porque queremos y
nos gusta, pero cuando llevas tanto tiempo como nosotros llega a cansar y
a saturar.

– ¿Qué pasará si no aparece ningún candidato?
– Yo no puedo ser el presidente toda la vida. El club ya ha pasado por
esta situación y siempre ha salido alguien. Ya sé que la situación no es
la misma, pero insisto en que el relevo será bueno para todos. También
hay que tener en cuenta que los socios son responsables del futuro del
Formentera. No pueden presionarme para que yo siga. Es una
responsabilidad colectiva que debe ser compartida. Nadie es
imprescindible y menos en un equipo de fútbol. Tampoco podemos presionar
a nadie poque luego es peor.

– Supongo que le gustaría dejar el club en Segunda B…
– Lo dije públicamente en una ocasión y lo mantengo: yo me iré del club a
final de temporada sí o sí y no me valen presiones, excusas ni decirme
que si me voy todo se irá al garete. Ahora bien, existe una sola
posibilidad de que yo siga: primero que nadie se presente a las
elecciones y segundo que el equipo ascienda a Segunda B. Tendría un
compromiso porque no permitiría perder la ocasión de ascender a Segunda
B, lo que no sería premio, sino un marrón para la junta directiva y por
lo tanto no podría marcharme y decir aquí os quedáis. Tocaría apretarse
el cinturón y asumir las consecuencias del ascenso. Solo y únicamente en
este caso yo no me iría. Si no es así a final de temporada acabaré mi
mandato, como he repetido en muchas ocasiones.

– ¿Cuál es la situación económica de la entidad en estos momentos?
– Está a cero, completamente saneada y con una serie de ingresos garantizados para las dos próximas temporadas.

– Siempre se dice que el Formentera está respaldado económicamente por el Consell
– No es cierto. Me cansa este discurso. El Consell aporta un 10 por
ciento del presupuesto, lo que equivale a unos 50.000 euros. La riqueza
económica del club viene de la diversidad de la gente que está en la
directiva. Los empresarios son los que ayudan. El éxito del club no es
tener dos o tres patrocinadores grandes sino muchos pequeños. Hay que
agradecer al tejido empresarial de la isla su colaboración. Sin ellos no
hubiera sido posible llegar a las metas que hemos cruzado.

– ¿Tiene alguna connotación política la presidencia del la SD Formentera?
– Yo creo que no. Ni mucho menos. Nunca nos hemos posicionado. Es un
club deportivo sin disquisiciones políticas. No es nuestra intención. Yo
ya estuve en política y no tengo ningún interés por volver.

“Si el Formentera bajara su nivel deportivo firmaría su muerte en Tercera División”

Felip Portas considera que las posibilidades de que el equipo
ascienda a Segunda B son «reales», aunque también considera que el subir
de categoría es una «lotería». «Opciones? Claro que tenemos esta Liga,
pero también las teníamos en las últimas campañas y pasó lo que pasó»,
declaró.

Al plantearle a Felip Portas que el club está en un momento especial,
clave, en el que debe decidir si da un paso adelante para subir de
categoría o darlo atrás para mantener la categoría, declaró lo
siguiente: «Si hiciéremos una encuesta habría división de opiniones,
pero la mía es que para subir a Segunda B debería haber un equilibrio
entre los resultados, la economía y la respuesta social. Es la
pescadilla que se muerde la cola. La gente solamente va al fútbol si el
equipo gana. Es evidente que los éxitos del equipo arrastran a la gente.
Nosotros conseguimos este equilibrio con buenos jugadores que
consiguieron excelentes resultados y así debe continuar. No voy a decir
lo que tienen que hacer los que vengan, pero yo pienso que si el
Formentera diera un paso atrás y bajara su nivel deportivo firmaría su
muerte en Tercera», sentenció.

Portas lo justificó analizando la respuesta de los aficionados:
«Ahora va menos gente al campo a pesar de que somos los actuales
campeones y, además, somos líderes. Si estuviéramos clasificados en
mitad de la tabla clasificatoria y ganáramos uno de cada cuatro partidos
creo que habría hasta hostias».

El presidente del conjunto formenterés considera que el mejor equipo
que ha tenido el club fue el que había hace dos temporadas, «aunque el
actual también es muy competitivo» y que Winde se marchó al acabar la
temporada pasada porque no aceptó las condiciones del club, al igual que
el joven Moha. Sobre la cantera declaró que se está trabajando «muy
bien» en este apartado, «porque cada temporada debutan tres o cuatro
juveniles con el primer equipo», resaltó.