Juan Merino Ruiz ha colocado al Nástic fuera de los puestos de descenso desde su llegada.
Juan Merino Ruiz llegó al Nástic de Tarragona el pasado 28 de diciembre, tras la dimisión de Vicente Moreno, con la misión de sacar al conjunto catalán de la delicada situación en la que se encontraba y, de momento, está cumpliendo con creces el objetivo. Cuando llegó al cargo, el técnico andaluz se encontró un equipo colista, a seis puntos de la salvación, con unas sensaciones que causaban gran preocupación y aún con la melancolía de quedarse a las puertas del ascenso la temporada anterior.
Se planteaba para el entrenador gaditano un reto importante, puesto que tocaba levantar el ánimo del vestuario y establecer una identidad de equipo para recuperar la competitividad. Se trataba de un objetivo alcanzable, ya que era aún la jornada 19, pero complicado porque el equipo estaba muy «tocado» en el plano psicológico.
Sin duda, éste es el aspecto más importante en el fútbol. Si la cabeza funciona, las piernas funcionan. Por eso, el técnico andaluz llegó con un mensaje positivo que caló de forma inmediata en la plantilla. Sus primeras declaraciones llevaban un mensaje claro: «Estoy seguro de que nos vamos a salvar». Con esa idea llegó al conjunto catalán y la respuesta de los jugadores no se hizo esperar consiguiendo 8 puntos de los primeros 12 posibles. Su primera derrota llegó por la mínima contra el Levante, líder de la categoría, y en las siguientes cinco jornadas volvieron a la dinámica positiva con tres victorias y dos empates. Un bagaje de una única derrota en los primeras diez jornadas en el banquillo, lo que sirvió al Nástic de Tarragona para salir de los puestos de descenso.
En la actualidad se posicionan decimosextos, dos puntos por encima del descenso y siendo un equipo con las ideas muy claras y con una competitividad muy alta. Por poner un pero a estos números, el conjunto catalán debería mejorar la parcela defensiva y conseguir ser más contundente en su área para conseguir acabar los partidos con portería a cero. Desde la llegada de Juan Merino Ruiz, el Nástic únicamente ha conseguido dejar su casilla a cero en tres encuentros.
VICENTE MORENO | JUAN MERINO RUIZ | |
Partidos dirigidos | 19 partidos | 16 partidos |
Puntos conseguidos | 16 puntos | 25 puntos |
Victorias | 3 victorias | 6 victorias |
Empates | 7 empates | 7 empates |
Derrotas | 9 derrotas | 3 derrotas |
Posición | Posición: 22º | Posición: 16º |
En lo que se refiere al aspecto táctico, el técnico andaluz está variando entre el sistema 1-4-2-3-1 que le dio resultados y buen juego en algunos encuentros como el día del Mirandés (4-1) y el sistema 1-5-3-2, al que el conjunto parece adaptarse bien. En el último encuentro a domicilio, que se saldó con empate a 1-1 contra uno de los gallitos de la categoría, el Getafe de Bordalás, el técnico comenzó con línea de cinco defensas, jugando con dos carrileros, que intentaban ser profundos pero no generaban peligro a la zaga azulona, y dos delanteros (siendo la principal referencia el «gran» Achile Emaná) fijando a los centrales del Getafe, buscando esa igualdad numérica entre centrales y delanteros para generar desajustes defensivos en el Getafe y ponerles en complicaciones en las vigilancias defensivas. Sin embargo, el conjunto catalán no dio apenas muestras de peligro en la primera mitad y el técnico andaluz decidió hacer el cambio de sistema al descanso y le salió bien. Tan bien como que en la primera jugada de la segunda mitad, en la primera acción del partido en la que el Nástic conseguía realmente progresar en el juego, el conjunto catalán consiguió empatar tras un pase desde la banda que definió bien Emaná sin que Alberto llegara para atrapar. Este gol y este cambio táctico sirvió para ganar la «batalla» de los banquillos y para llevarse un punto a Tarragona que dejó contentos al equipo de Juan Merino Ruiz.
Esta semana el conjunto catalán tiene un duelo directo contra el Reus Deportivo que le servirá, de ganar, para dar un paso de gigante en su camino por la salvación. Más aún, teniendo en cuenta que le viene por delante el «Tourmalet» de la liga, enfrentándose con los «cocos» de la categoría.
Siete jornadas para decidir el destino del equipo de Juan Merino, que si consigue mantener la dinámica de puntos que ha tenido hasta la fecha le dará para salvarse y poder estar la temporada que viene nuevamente en la categoría de plata.