El Granada vence por 4-1 al Mallorca en un partido en el que los rojiblancos fueron mejores durante casi todo el encuentro. Luis García Plaza apostó por primera vez por una alineación con los dos jugones del Mallorca, Take y Kangin, y Robert Moreno no se guardó ninguna carta en ataque y salió vencedor del duelo.
Comenzó el encuentro con un Mallorca presionando la salida de balón de los nazaríes y lo hizo con éxito, durante los primeros minutos los bermellones supieron crear peligro a través del balón parado a pesar de no sumar ninguna ocasión clara. A partir de ahí los de Robert Moreno reaccionaron y con las subidas de ambos laterales tuvieron sus oportunidades. La primera para los de casa llegó en el 14’ con un centro algo pasado desde banda derecha que le cayó a Machís, el venezolano remató de volea pero el disparo se encontró con el cuerpo de Valjent. Estaba siendo mejor el Granada y pocos minutos después se reflejaría en el marcador, Jorge Molina recibió un buen pase de Luis Suárez tras una pérdida de los bermellones en su propio campo y al veterano le bastó con poner el balón entre los tres palos después de que Reina se venciese un segundo antes, 1-0. Reaccionó casi de inmediato el Mallorca, tan solo cinco minutos después Take Kubo, que forzó dos amarillas, cambiaba el balón de orientación hacia banda izquierda donde esperaba Jaume Costa, que controló y condujo libremente el esférico hasta poner un centro sobresaliente para Dani Rodríguez, el tigre no falló a muy pocos metros de la meta defendida por Maximiano e igualó la contienda. A pesar del empate el guion no cambió demasiado y el Granada seguía siendo más incisivo, tanto es así que poco antes del 30’ Darwin Machís iba a recibir un centro tras un error de cálculo de Maffeo y Reina iba a despejar de forma providencial hacia Luis Suárez, el colombiano incomprensiblemente y a puerta vacía envió el balón al cielo de Granada. Seguía y seguía en su empeño el Granada ante un Mallorca que supo sufrir y que vio como Germán, tras un centro lateral a balón parado, envió el balón a la madera en lo que supuso el último susto para el Mallorca en la primera mitad. El partido se calmó y ahí se acomodó más el Mallorca teniendo el balón y tejiendo jugadas con Take y Kangin. Estos últimos crearon la última jugada de peligro del primer período, ambos combinaron en banda derecha para que el japonés terminase poniendo un balón a la frontal del área que recibiría Dani Rodríguez, que esta vez no acertó a portería y su disparo se fue ligeramente alto.
A la salida de vestuarios el fútbol brilló por su ausencia y durante muchos minutos el juego estuvo atascado. Aún así la iniciativa siempre pareció tenerla el Granada, lo intentó cambiar LGP dando entrada a Antonio Sánchez por Kangin Lee. No solo no fue así sino que solo un minuto después Jorge Molina ponía el 2-1 en el marcador tras un centro desde banda izquierda que Darwin Machís remató en semifallo con tan mala suerte que el rebote le cayó al delantero alcoyano a pocos metros de la portería y no falló. El partido se jugó en el medio del campo desde ese momento y ninguno de los dos equipos se acercaba con peligro a la portería rival. Luis García dio entrada a Fer Niño y a Salva Sevilla en los compases finales del partido para tener algo más de colmillo. El partido no cambió de signo y el Granada aguantaba cómodamente el resultado. Abdón entró para intentar revolucionar el ataque, pero la única opción que tuvo el Mallorca llegó por banda izquierda, una buena internada de Brian Oliván, que entró por Jaume Costa, terminó con un centro raso al segundo palo para que Fer Niño rematara a placer a portería vacía, pero el delantero cedido por el Villarreal mandó el remate a las nubes. El equipo se cayó y en apenas cinco minutos recibió dos goles más, uno de Jorge Molina que firmó un hat-trick muy meritorio y otro de Antonio Puertas tras una buena jugada por banda derecha.
Duro correctivo para un Mallorca que fue peor en el partido y que de nuevo tuvo muchos problemas para ser peligroso. Van ya muchos partidos en los que la producción ofensiva bermellona es mínima y a pesar del espejismo en el Wanda el míster deberá trabajar en ello.