El Mallorca cae derrotado por la mínima en Son Moix ante un Barça al que con una buena primera mitad le bastó para llevarse el botín de la isla. Luis García Plaza apostó por un doble pivote conservador con Battaglia y Baba, la línea defensiva habitual y en ataque Ángel en punta, Dani detrás suyo y por banda derecha Kangin Lee que iba intercambiando la posición con Antonio Sánchez. Xavi tuvo que alinear un once inédito con mucha presencia de la cantera y le salió bien la jugada.
El inicio de partido fue como se esperaba, los bermellones, echados atrás, esperaban las pérdidas de balón del rival para salir al contraataque. Ninguno de los dos equipos estaba incómodo porque el plan les estaba saliendo, el Mallorca quería ser fiable atrás y lo fue durante bastantes minutos y el Barça quería el balón y lo tenía. Siguió tocando y tocando el conjunto blaugrana y poco a poco retrocedían los de casa. Tanto fue así que la portería de Manolo Reina tembló por dos veces en menos de dos minutos, primero con un gran pase de Jutglá para Luuk De Jong que dentro del área metió la uña y envió el balón al poste, y luego con un centro de Mingueza que de nuevo el holandés remataría de tijera para mandar un misil al larguero de la meta mallorquinista, respiraba Son Moix. Muy poco, o nada, por parte de los de Luis García en faceta ofensiva. Estaba sufriendo el Mallorca y a la tercera fue la vencida, otro centro, esta vez al segundo palo, de Mingueza le llegaría a Luuk De Jong que solo tuvo que dirigir el balón a portería después de que Reina errara, de nuevo, y se encontrase en el suelo segundos antes del remate tras una salida en falso. Se ponían los visitantes por delante al filo del descanso y Mateu Lahoz señalaba el camino a vestuarios.
En la segunda parte el Mallorca quiso ser más ambicioso y adelantó las líneas. El planteamiento continuó siendo infructuoso y pasaban los minutos sin que Ter Stegen viese peligrar su portería. Los de Xavi Hernández no se quisieron volver locos en busca del segundo y se dedicaban a dar pases de seguridad mientras corría el reloj a su favor. Poco a poco el Mallorca, con más corazón que fútbol, iba echando atrás al rival, que introdujo cambios para contrarrestar esa tendencia. Luis García Plaza también echó mano del banquillo para dar entrada a Fer Niño y Galarreta pasando a jugar con dos puntas y sin Baba. El delantero cedido por el Villarreal estuvo voluntarioso, que no acertado, y Galarreta no tuvo su noche más lúcida. Era el turno para Llabrés, que debutó en liga, y Abdón. A falta de diez minutos el Mallorca y Son Moix apretaban y llegó la más clara hasta ese momento, Mboula recibió un servicio a balón parado y su cabezazo se fue ligeramente por encima de la meta barcelonista. El partido se fue ensuciando y el Barça perdía tiempo a la vez que pedía la hora. La tuvo al final Jaume Costa, que remató un centro con una volea potentísima ante la que Ter Stegen sacó una mano superlativa para condenar al Mallorca.
Al final 0-1 y oportunidad desaprovechada ante un rival que llegaba mermadísimo y que estuvo muy cómodo durante gran parte del encuentro. El planteamiento falló, pero la gran diferencia estuvo en las áreas, Ter Stegen paró un balón casi imposible y Manolo volvió a costarle puntos a los suyos.