El Mallorca no se bajó del autobús en Sevilla y perdió merecidamente 2-0 después de una primera parte terrorífica y una segunda que no fue mucho mejor. Debutó Augustinsson sin pena ni gloria y el Mallorca volvió a quedarse sin marcar fuera de casa por cuarta salida consecutiva.

Nada más comenzar el partido el Sevilla presentó sus credenciales y el Pizjuán se volcó con el equipo. No es que se esperase a un Mallorca que fuese al ataque, pero defendió muy hundido y estuvo a merced de los hispalenses desde el primer minuto y sin apenas opciones de salir de su campo. El Sevilla era un vendaval y el Mallorca achicaba agua a cubos. Solo Rajković estuvo notable en el Mallorca y aguantó al equipo hasta que mediada la primera mitad un gran pase largo de Pape Gueye hacia En-Nesyri terminaría con un gol del marroquí, que solo ante el meta serbio no perdonó y dio alas a los de Sampaoli. El guion no cambió a pesar del gol y los bermellones no anduvieron cerca de la portería de Bono en ningún momento.

Muriqi estaba como un islote esperando algún balón que bajar, pero no le llegó ninguno y los locales no tuvieron que hacer un gran esfuerzo para seguir dominando. En el 40’ de partido el Sevilla inició desde su campo y una buena galopada de Jesús Navas por su banda terminó con un centro raso y diagonal que ni Nastasić, que erró, ni Maffeo acertaron a despejar. El esférico se colaba en la portería de Rajković, que fue despistado por los ligeros toques de sus defensas, y Bryan Gil la empujó sin oposición en su redebut en el Pizjuán. Al descanso 2-0 y gracias.

Tras el paso por vestuarios Aguirre no introdujo ningún cambio, aunque sí que mejoró ligeramente a un Mallorca al que también le ayudó que el Sevilla bajase unas cuantas marchas. A pesar de ello no sumó el Mallorca ninguna ocasión y el Sevilla daba sensación de peligro a poquito que hiciese. Quemó casi todas las naves Javier Aguirre, que terminó el partido con Muriqi, Kadewere, Abdón y Manu Morlanes, que hizo su debut con la camiseta del Mallorca. Triste partido del equipo, que tuvo su ocasión más clara en una falta directa botada por Kangin Lee que la barrera desvió ligeramente y complicó a Bono.

Quizás el peor partido de la temporada de un Mallorca que tiene que volver a arrancar a domicilio y a ofrecer otra versión, pues Getafe, Pamplona, Cádiz y Sevilla dejan una imagen muy pobre del conjunto balear.