Puñetazo sobre la mesa el que dio el pasado viernes el Illes Balears Palma Futsal. Tras llegar al descanso perdiendo (1-2) ante Servigroup Peñíscola FS y en un escenario atípico, los de Antonio Vadillo se hicieron fuertes en la segunda mitad para sumar los tres puntos. El equipo mallorquín elevó el ritmo de juego y con un parcial de 3-0 le dio la vuelta al marcador, para dejarlo en el 4-3 definitivo. Palma Futsal sigue en lo alto de la clasificación tras las primeras cinco jornadas de Liga, acumulando ya tres victorias y dos empates.
Si bien lo deportivo prima, hubo lío institucional. La polémica nació a raíz del golpe sufrido por Diego Quintela, jugador de Peñíscola, que tuvo que ser trasladado este viernes a un centro hospitalario en una segunda ambulancia «dada su evolución positiva, ya que no se puede dejar al pabellón sin cobertura médica durante el desarrollo del encuentro, a excepción de que la situación sea grave«, explicaba el club mallorquín. La entidad balear asegura que «puso todos los medios a su alcance para que la instalación ofreciera las mejores condiciones posibles, garantizando la seguridad y dotando el recinto de los recursos necesarios para acoger un encuentro de la categoría«.
Palma Futsal respondió que «no comparte» el contenido del comunicado emitido por parte del Servigroup Peñíscola, en el que el club valenciano afirma que el Pabellón Galatzó «no reunía ninguna de las exigencias mínimas para disputar un partido de Primera División«.
???????? Un aplauso que va más allá del pabellón
— Illes Balears Palma Futsal (@PalmaFutsal) October 3, 2025
???? Por todos los que formáis parte de este equipo#PalmaPeñíscola pic.twitter.com/FUhtjirA9I