La vida sigue y la segunda jornada de liga para el Real Mallorca está a punto de empezar. El equipo al que dirige Vicente Moreno afronta su segundo compromiso en el presente curso ante el Rayo Majadahonda y el Wanda Metropolitano de Madrid aguarda ansioso como escenario de lo que va a ser un duelo de Segunda División, con dos recién llegados de Segunda División B y en un estadio de Copa de Europa como es el anfiteatro donde juega el Atlético de Madrid.
Las obras en el Cerro del Espino han hecho que el club majariego haya tenido que acudir a uno de los grandes para poder desempeñar sus funciones hasta que se pueda hacer lo propio en el estadio previamente citado. El del lunes va a ser un escenario precioso donde el Mallorca deberá sentirse lo suficientemente motivado para intentar lograr la segunda victoria consecutiva de la temporada, que colocaría a la escuadra bermellona en lo más alto de la tabla clasificatoria. Pero no será fácil, ya que más allá de una hora de avión y varias de concentración espera un equipo que sabe lo que quiere y a lo que se enfrenta.
El Rayo Majadahonda es un equipo nuevo con una idea y un fútbol continuísta en relación a temporadas anteriores. Antonio Iriondo lleva entrenando al conjunto de la capital desde el año 2012, cuando militaban en la Tercera División de Madrid. Es el hombre de este proyecto. El tipo que los ha traído desde el fútbol amateur hasta la LFP. Un genio, en resumidas cuentas. Y como todo genio, el español nacido en Moscú tiene una (gran) idea.
Todo parece indicar que el esquema del 3-5-2 empleado por el conjunto madrileño en la Romareda será también elegido para el partido ante el Real Mallorca. El Rayo Majadahonda centra su juuego en la poderosa línea de cinco efectivos que se instala en la zona media del verde, para así dar equilibrio a los dos puntas sin desaliñar la parcela defensiva con algun que otro resquebrajo. Todo hace indicar que, tras sus extraordinarios minutos en el partido de la primera jornada en Zaragoza, Toni Martínez será uno de los dos integrantes en la punta de lanza del planteamiento.
Y en clave bermellona, más de lo mismo pero recuperando efectivos. Dani Rodríguez y Stoichkov podrán ser de la partida si así lo considera Vicente Moreno. A expensas de algún que otro cambio en lo individual, se espera que la idea sea la misma que la planteada ante Osasuna, con un 4-4-2 pronunciado y con un planteamiento correoso y de más trabajo colectivo que de pinceladas individuales. Un nuevo partido para el Real Mallorca, una nueva oportunidad para demostrar que todo este viaje no ha sido casualidad ni buena suerte, una segunda prueba en esta maravillosa categoría.
