Año nuevo, vida nueva. El Atlético Baleares finaliza las vacaciones de navidad con la mente puesta en el partido de hoy ante un hueso duro de roer como es el Hércules de Alicante. Tras acabar el año con una derrota por la mínima en el campo del líder, el Lleida, los hombres de Manix Mandiola quieren volver cuanto antes a la senda de la victoria. Son Malferit es el talismán del equipo blanquiazul, dónde cuenta por victorias los últimos siete encuentros disputados en la isla balear.
Mejor local contra mejor visitante
Mallorquines y alicantinos tiene un mismo objetivo, que no es otro que subir a Segunda División A tras varias temporadas intentándolo. La prudencia se ha instalado en Son Malferit, ya que el equipo alicantino es el club que mejores resultados ha sacado a domicilio hasta la fecha. Conseguir una victoria ante un rival directo supondría una buena dosis de moral, adelantar al Hércules en la tabla y certificar, una vez más, que los balearicos están dispuestos a luchar hasta el final por conseguir una plaza de play off.
El técnico del equipo, Manix Mandiola, aseguró en rueda de prensa que «El Hércules sabe a lo que juega y tiene grandes jugadores pero nosotros competiremos, sabiendo que necesitaremos un plus más para ganarles«.
Un equipo con dinámicas distintas
Desde que empezó la temporada los alicantinos no han sabido mantener una buena racha de resultados, y siempre han encadenado resultados positivos y a la vez adversos. El joven técnico del equipo, Lluís Planagumà, está dispuesto a revertir esta situación y a comenzar el año con buen pie.
La noche de Reyes mantuvo en vela a millares de balearicos. Veremos si les traen carbón, o por el contrario, tres puntos de oro. Mucha gente cree que este es el año decisivo para lograr el ascenso. El tiempo lo acabará diciendo.