El RCD Mallorca arranca la pretemporada sin ninguna incorporación, a pesar de las informaciones sobre el esperado fichaje de Pablo Torre y tras renovaciones importantes como la de Vedat Muriqi. Parece que los mensajes que ha lanzado a la directiva el técnico mallorquinista, Jagoba Arrasate, han servido de poco visto que no ha aparecido ninguna cara nueva en el primer entrenamiento en Son Bibiloni. Una situación que preocupa a la afición.

Tras el mal final de temporada y la no clasificación a competiciones europeas, el técnico de Berriatua era quien más esperaba la ventana de fichajes, dejándolo claro mediante distintas declaraciones, pidiendo por activa y por pasiva refuerzos urgentes. La más que probable incorporación del mediapunta Pablo Torre podría suponer un salto de calidad en la plantilla. A pesar de ello no supone un perfil prioritario para Arrasate.

La falta de un extremo capaz de desbordar ha sido notable durante la última temporada, especialmente durante la segunda vuelta. Es una asignatura pendiente para la dirección deportiva después de los malos refuerzos en banda durante el último mercado, con las incorporaciones de Chiquinho, Valery y Robert Navarro. Los tres han contribuido de forma escasa, ya sea por falta de minutos o por lesiones como es el caso de Navarro, que desde que llegó a la isla ya tenía un pie y medio en Bilbao.

Foto: RCD Mallorca
Foto: RCD Mallorca

El Mallorca y las dudas de Maffeo o Larin

Otro melón por abrir es la más que probable salida de Pablo Maffeo. En caso de que esto suceda, el Mallorca deberá buscar un recambio de garantías para lo que será, sin duda, una baja tan sensible como necesaria tras el esperpéntico episodio sucedido en el último partido en Son Moix. Una situación que deja a jugadores como Cyle Larin o el propio Maffeo bajo el punto de mira, y a buena parte del mallorquinismo pidiendo su salida. 

Pablo Ortells es el principal señalado por la afición. La falta de fichajes mantiene en vilo al mallorquinismo tras un mercado invernal en el que la única incorporación fue David López, repescado desde el Burgos, para cubrir la baja de la cesión del central belga Van der Heyden. Fruto de esa inactividad por parte de la dirección deportiva, llegó la debacle del conjunto balear. La escasez de efectivos penalizó a los bermellones, que pasaron de la quinta posición a la décima en la segunda parte de competición, desperdiciando una oportunidad única para volver a Europa.

Siendo honestos y comparando la situación del Real Mallorca con clubes de “su liga”, el mallorquinismo tiene motivos para inquietarse. El mercado es muy largo, si, pero a Ortells se le está acumulando el trabajo, y el miedo a un mercado como el de la temporada anterior empieza a rondar por las cabezas de los aficionados.