Nueva
jornada, la decimoquinta en la Liga Adelante y la misma historia se
repite en el Iberostar Estadi. Tres puntos conseguidos a base de
sufrimiento y agonía, ante un rival ascendido de segunda B, que pudo
llevarse un botín mayor con un poco de acierto.

 

De
nuevo el Real Mallorca jugó con fuego los noventa minutos, ofreciendo
una mala imagen ante los pocos aficionados que se dieron cita en Son
Moix. Unos aficionados que empiezan a desesperarse ante la falta de
liderazgo tanto de la zona noble del club mallorquín como en el  terreno
de juego. Parece que nadie decide coger las riendas del equipo y tirar
hacia delante. 

 

A
falta de seis jornadas para finalizar la primera vuelta el equipo
dirigido por José Luis Oltra necesita reaccionar y encadenar varias
victorias consecutivas,  si quiere iniciar una exigente segunda vuelta
con opciones  de conseguir el objetivo del ascenso. Para eso tienen que
cambiar muchas cosas. Este equipo no puede conformarse con jugar bien
media hora en cada partido. Los partidos duran noventa minutos y hasta
el día de hoy, el equipo bermellón no se ha mostrado contundente durante todo el encuentro en ninguna ocasión. Da muchas facilidades a los rivales, aunque estos sean inferiores al equipo mallorquín.
Se siguen cometiendo los mismos errores en defensa, sigue siendo el
equipo más goleado y ve tarjetas amarillas con mucha facilidad.

Ahora mismo el equipo rojinegro se encuentra a seis puntos del ascenso directo y a tres de los puestos de playoof. 

La
directiva deberá acertar en los fichajes invernales y proveer al equipo
de jugadores con carácter tanto en defensa como en el centro del campo.
En la delantera pronto tendremos en el terreno de juego a Tomer Hemed.

Confiamos
en una pronta reacción del equipo en todos los sentidos y que vuelva la
estabilidad necesaria para afrontar los últimos cuatro partidos del año
con la mejor implicación posible.