Una de las grandes carencias del FC
Barcelona la pasada temporada era la debilidad defensiva, con Víctor
Valdés lesionado gran parte de la campaña, igual que el capitán
Carles Puyol y el bajo nivel defensivo del equipo, especialmente de
sus defensores, el equipo daba una sensación de vulnerabilidad que
ha sabido reconducir este año. Prueba de ello es la imbatibilidad de
Claudio Bravo, quien lleva desde que iniciara el campeonato sin
encajar un gol, 6 jornadas o lo que es lo mismo, 540 minutos sin
recoger el balón del interior de sus redes y que le deja, muy cerca,
de grandes marcas históricas del club.
(Fotografía Claudio Bravo –
Copyright: Agencia EFE)

El entorno azulgrana había vivido un
verano muy dubitativo, muchas cuestiones sin resolver respecto a la
confección de la plantilla, aunque lo que más preocupaba al
aficionado, era sin duda de qué forma se iba a reforzar la zaga y la
portería. La secretaría técnica firmó a Ter Stegen y Claudio
Bravo, un portero joven y de gran proyección y otro con una amplia
trayectoria en Europa y experimentado. Pero todo ello no acababa de
convencer a sus aficionados, que por distintas razones no confiaban
que tuvieran el rendimiento esperado de inmediato.
El equipo dirigido por Luis Enrique ha
empezado a gran nivel la temporada, hasta ahora cuentan por victorias
todos sus partidos ligueros, a excepción del empate en Málaga y
pese a que faltan por pulir ciertos detalles del sistema, se han
mostrado como un conjunto seguro defensivamente. El asturiano ha
devuelto la presión asfixiante y adelantada que tanto éxito dio al
club en la época de Guardiola, pero con algunas variantes que le
hacen exponerse menos a los contragolpes del rival. Aunque esa sea
una tarea difícil de perfeccionar, ya que el estilo de juego alegre,
dominante y desenfrenado que practican, dificulta el hecho de
compaginarlo con la solidez defensiva.
El guardameta alemán, Ter Stegen,
llegaba al club para ser el portero titular, ese que remplazara al
mejor portero que ha tenido la institución azulgrana en sus más de
100 años de historia, pero una lesión en la pretemporada le trunco
la oportunidad de serlo y Lucho dio la alternativa a Claudio Bravo,
un portero muy del agrado del técnico asturiano y que fue pedido
explícitamente por él. El tiempo, corto por ahora, ha dado la razón
al técnico. Ente el Rayo Vallecano esta próxima jornada, Claudio
Bravo puede superar a “Pello” Artola, que en la temporada 1977-78
mantuvo su portería a cero en las 6 primeras jornadas, encajando su
primer gol al minuto 20’ del séptimo partido de Liga. Ahora el
meta chileno se encuentra a 21’ minutos de convertirse en el
portero azulgrana que más tiempo ha estado sin recibir un gol de
todos los tiempos.
Superando la mejor marca de su club, en
un inicio de campeonato, por delante le quedará el récord de
minutos totales, que anda en manos de Víctor Valdés (895’ min.),
aunque antes deberá superar a Miguel Reina (padre de Pepe Reina) que
en la temporada 1972-73 se mantuvo imbatido durante 824’ minutos.
Si con los récords de su club no tuviera suficiente, por encima
todavía se mantiene la marca de Abel Resino, ex portero del Atlético
de Madrid y que guarda el récord total de minutos imbatido en la
historia de la liga española. 1275’ minutos, marca que fue cortada
(casualidades de la vida) por el actual entrenador de Claudio Bravo,
un Luis Enrique que por aquel entonces pertenecía al Real Sporting
de Gijón.

Ahora llega el Rayo Vallecano, el
equipo que más ha sido goleado por el Barcelona en los últimos 20
años, aunque ese es un dato engañoso para Claudio, ya que también
es uno de los equipos que más peligro han generado en la portería
culé. Su juego ofensivo y dominador es una clara dificultad para que
el chileno logre su objetivo, dejar grabado su nombre en letras de
oro en la historia del club.

Quim Pascual Pla