Tras el espantoso empate a cero del Real Mallorca frente al Alcorcón en Santo Domingo, me sorprende ver como algunos dan como bueno ese punto. Un punto de mediocridad, un punto de cobardía, un punto inmerecido.
Pero lo triste es que llevamos tres temporadas dando por buenos los malos resultados. Empates o derrotas ante equipos teóricamente inferiores, que se han maquillado o excusado por diferentes motivos. 
Nos conformamos con malos resultados hace dos temporadas y esos resultados nos llevaron al infierno de Segunda. Dimos por buenos los malos resultados de la temporada pasada y conseguimos una dramática  permanencia en el último partido. Y ahora seguimos valorando positivamente los penosos resultados y estamos en una lucha a muerte por no caer a puestos de descenso.
Señores pues yo me niego a dar por bueno esos resultados. Somos el Real Mallorca, un Club casi centenario, un Club campeón de la Copa del Rey, campeón de la Supercopa de España en el mismísimo Camp Nou, finalista de la Recopa de Europa y participante de la Champions.
Parece que todo eso esta olvidado. La camiseta del Real Mallorca, necesita jugadores que sientan los colores y luchen de principio a fin por llevarnos de nuevo a Primera.
Basta de dar por buenos empates y  excusar derrotas. Todo lo que no sea sumar de tres en tres  es un fracaso y punto, no le demos más vueltas.
Señores quedan ocho partidos, ocho auténticas finales, para sellar la permanencia. La primera este sábado frente al Tenerife, empatado a puntos con el Mallorca, será un duelo directo por la permanencia.
De no ganar al Tenerife, saltarían todas las alarmas ya que los de Soler se enfrentaran a los dos primeros de la tabla Sporting y Betis respectivamente. Tras esos dos partidos de autentico vértigo los bermellones se las verán con un Numancia en tierra de nadie, que no tendría que ser problema para los mallorquinistas.
Y de nuevo tres partidos para la locura, la Ponfe que actualmente lucha por los play off, el Albacete que luchará por conseguir la permanencia y el Girona que intenta entrar en los puestos de ascenso directo. El Mallorca cerrará la temporada frente a un Mirandés que de momento también esta en tierra de nadie.
Así pues el Mallorca de los ocho partidos que quedan, seis son equipos que lucha por ascender o no descender y solamente dos  no se jugarán nada.
A todo esto la directiva debería ponerse las pilas, planificando la temporada que viene. Se debe fichar ilusión y jugadores comprometidos con el ascenso. De no ser así la temporada que viene son Moix puede tener un aspecto fantasmagórico. 
AUTOR: GUILLERMO AMENGUAL