«Sabemos de la importancia del partido», en palabras del técnico gallego. Una repercusión doble, ya que por un lado será el día en el que el club se instale por primera vez en tres cifras de antigüedad. Por otro lado, el más importante, es lograr tres puntos vitales para no seguir dando síntomas de un conjunto que con el paso de las jornadas ve más cerca el descenso que la permanencia. El mismo Vázquez titulaba la situación del equipo como «preocupante», explicando que es una «sensación de que van pasando las semanas y la situación no se aclara». Además, Son Moix se llenará y tendrá «un gran aspecto y eso va a ser de muchísima ayuda», declaraba el técnico bermellón en la rueda de prensa previa al partido.
Preguntado sobre el aterrizaje de Robert Sarver, Andy Kholberg y, sobre todo, Steve Nash, el míster bermellón formuló, rompiendo el hielo, que Nash «tiene buen toque. En los ronditos jugó bien». Y también tuvo palabras de elogio hacia el dos veces MVP de la NBA. «Lo conocieron, lo vieron y lo escucharon (los futbolistas). Transmite humildad y energía. Para mí fue sorprendente en positivo y es un orgullo tenerlo como jefe», afirmaba el míster de Castrofeito. Asimismo, la llegada a la isla de los diferentes propietarios del club puede volverse en contra de los jugadores por la presión que puedan atesorar. En este aspecto el preparador del Mallorca ha sido contundente: «Eso nunca se sabe. Evidentemente los dueños están aquí y el equipo tiene una responsabilidad de hacerlo bien y ahora más todavía», argumentaba Vázquez añadiendo que espera que «no sobrepase el nivel de tensión que les haga bajar el rendimiento. Estarán bien y harán un buen partido».
En cuanto al rival, el Oviedo, el preparador gallego ha manifestado ser un «buen equipo con una racha muy buena y sin perder muchos partidos. De medio campo hacia arriba generan mucho peligro. Tienen goleadores pero creo que tenemos la capacidad de frenarles y pararles». El de Castrofeito tiene claro como quiere que jueguen los suyos, otra cosa es que se vea reflejado en el terreno de juego. «Quiero al equipo que sea sólido, junto, que recupere el balón pronto y que tenga la pelota. Ya lo dije, en un momento dado quiero que mi equipo sea el que domine y juegue en campo contrario pero de momento no lo estamos consiguiendo», proclamaba el míster del Real Mallorca.
Con la ausencia de Óscar Díaz, Pereira, David Costas y Joan Oriol, estos dos últimos fijos para Fernando Vázquez, perderá piezas importantes en su esquema de juego. Aunque el míster ha declarado que se encuentran bien, él considera que son «pocos entrenamientos» para utilizarles frente al Oviedo. Sin embargo, el que sí va a estar en el banquillo bermellón es Manuel Aarana que reaparecerá después de cuatro meses ausente debido a una lesión fibrilar en el muslo izquierdo. «Espero muchas cosas de él. Es un chico que nos puede dar mucho y le llevo para que vea que cuento para él», manifestaba Vázquez.