Cuando eres joven y vas creciendo, en tu cabeza no dejan de resonar día sí día también según qué frases a modo de recuerdo sobre un consejo que alguien, generalmente mayor que tú, te ha dado, de cara a tu proceso madurativo y todo ese rollo raro. A los mayores se supone que hay que escucharles porque llevan más tiempo en este mundo que tú y eso les otorga una cierta credibilidad que hace que, aunque no quieras escuchar, debas hacerlo.
Mi padre solía ser un especialista en esta disciplina. Una de las más icónicas y repetidas era la de «a nada te acostumbres para que nada te haga falta«. Habré escuchado ese grupo de diez palabras más veces que el himno de este maravilloso país, pero efecto en mi más bien poco. Resonar, resuena. Pero creo que el mensaje lo debe estar poniendo en práctica otro. Yo soy más «culo veo, culo quiero».
Me he ido acostumbrando a cosas, la verdad. Y como no podría ser de otra manera, también en el fútbol. Una de mis verdaderas fantasías siempre ha sido contar con un delantero «carismágico» en mi equipo. Sí, uno de esos con garra y calidad. Una mezcla extraña, pero bueno, ¿qué se le va a hacer?, me crié con un tal Samuel Eto’o y claro, el listón es el que es.
La figura del ‘9’ es desde siempre una de las más aclamadas y miradas con lupa por cualquier parroquia futbolera, sea de donde sea. Acertar con la contratación de un delantero centro no es tarea fácil, y el equilibrio entre goles, garra y carisma es un denominador común bastante fastidioso y sólo unos pocos son los elegidos que cuentan con él.
En este lustro en el que el Mallorca ha militado tanto en la categoría de plata como en la de bronce, por la isla han pasado ariete de toda raza y condición y claro, no siempre se ha acertado con según qué fichaje. Para hablar de «el club de los acertados» podríamos citar a Gerard Moreno, a Brandon Thomas (con el plus de ser canterano), Álex López y poco más. No ha sido el fuerte de la dirección deportiva que digamos, ¿hasta ahora?
El año no empezó muy bien para los integrantes del frente de ataque bermellón, factor determinante para que Recio y sus secuaces iniciaran un proceso de búsqueda en el mercado de invierno para contratar a un ariete que aportara goles al equipo, para así ser más ambiciosos en la recta decisivar de la temporada. El resultado no fue otro que el de un gigantón croata que llegaba cedido del Crotone italiano (Serie B), y las sensaciones iniciales no eran las idóneas: Ante Budimir.
Pues bien. Al balcánico no le han hecho falta ni un centenar de días para revertir la incógnita inicial. En sólo 3 meses Ante se ha encargado de disipar cualquier duda: 4 goles, una asistencia y una célebre frase en una entrevista a UH Mallorca: «Ho portato tutto il mio bagaglio, in Italia non ho lasciato niente, la mia idea è di rimanere qui». Sin maletas en Italia, con todo por hacer y con ganas de quedarse aquí. Y lo ha demostrado desde el primer minuto que disputó con la elástica bermellona. Quiere un hueco en este equipo y se lo está ganando con creces. Son Moix y sus compañeros le adoran y Ante adora a sus compañeros y, por supuesto, a su nuevo templo, donde está y se le espera por mucho tiempo. Su garra, su carácter y su calidad hacen reaparecer de forma inesperada pero especial al denominador común anteriormente mencionado, y claro, ¿quién se acuerda ahora de las palabras de mi padre?