Restan solo diez partidos para que termine la temporada en Segunda División. Diez jornadas en las que se va a decidir prácticamente todo, tanto por arriba como por abajo. El RCD Mallorca, séptimo en la clasificación, es uno de los mejores colocados para asaltar el play-off de ascenso y tener la posibilidad de volver a Primera División. Para ello deberán sudar mucho en cada partido. Y resalto lo de mucho porque no son encuentros fáciles -en Segunda no hay rival fácil-, sobre todo los que jugará lejos de Son Moix. Málaga CF y Deportivo de la Coruña, dos desplazamientos claves para medir las verdaderas aspiraciones. También se viajará para jugar ante Numancia, Nástic de Tarragona y Extremadura. Éstos últimos, previsiblemente, estarán agonizando por no descender, algo que los hace aún más peligrosos. Para recordar, en Son Moix se jugarán tres partidos ante Rayo Majadahonda, Sporting de Gijón y Granada.
No obstante, antes de la tormenta, está la calma. El RCD Mallorca descansa este fin de semana. Por desgracia, evidentemente. Esta jornada debería jugarse en Son Moix el partido entre el equipo bermellón y el Reus. Por suerte para los mallorquines, se les sumará tres puntos (el resultado será de 1-0). Algo que puede significar volver a los puestos de play-off si otros resultados acompañan. «Enfrentarse» al equipo catalán en estas fechas es esencial. El momento idóneo para poder encarar el último tramo de la temporada de la mejor manera posible. Será como una pequeña pretemporada para jugar nueve finales. Y es que la faceta de la preparación física desde que llegaron Vicente Moreno y compañía está siendo excelente. Con algunos altibajos, correcto. Pero siempre parece que está todo pensado. Ya ocurrió la temporada pasada en Segunda B y todos resaltamos en mayúsculas cómo llego el equipo al final de temporada. Este año, y más que está semana sin partido, la planificación será igual de acertada.
Para finalizar, la clave se centrará en algo que llevamos viendo durante toda la temporada. Algo simple. Algo que el técnico bermellón sabe hacer a la perfección: tener a toda la plantilla enganchada. Desde Valcarce o Russo hasta Budimir o Salva Sevilla; pasando por Parera, Reina, Xisco Campos, Russo, Pedraza y Àlex López, entre otros. Y es que todos podemos afirmar que esta plantilla, tal y como pasó el año pasado, es una piña. Una unión que solo tiene un beneficio propio y que, casualmente, es un beneficio común.