Nuevo varapalo para la afición bermellona y ya van tres en apenas un mes. Nueva derrota en Son Moix y eliminados de la Copa del Rey a las primeras de cambio ante el recién ascendido Huesca, que al igual que el Bilbao Athletic pinto la cara al Real Mallorca.
Foto. Marca
Por mucho que algunos sigan empecinados en decir que es muy pronto y que hay que asimilar los fichajes y todo cambiara, lo cierto es que el Mallorca no atraviesa un buen momento y empieza a ser preocupante.
Los números son los que son, no nos engañemos. Cuatro partidos oficiales, tres derrotas y una victoria, siete goles encajados y tan solo dos goles anotados.
Lo peor de todo es la sensación de que los jugadores del «Chapi» Ferrer no son superiores a sus rivales en ningún momento. No hay garra ni actitud. Mal la portería, la defensa hace aguas, la sala de máquinas es un desconcierto y la delantera no ve puerta.
Tras cuatro partidos oficiales el Mallorca no sabe a que juega y ayer se llevaron la primera pitada en Son Moix. El primer gran palo al año del centenario ha sido la eliminación de una Copa del Rey que siempre gusta a los aficionados mallorquinistas.
Estoy seguro que si el mercado de fichajes estuviera abierto, se ficharían a dos o tres jugadores tras los primeros resultados.
El entrenador bermellón quiere tener el control del balón pero no tiene a jugadores para ello. Eso si puede permitirse el gran lujo de decir no al «Caño» Ibazaga, un grandísimo jugador que a sus 38 años rendiría mas que algunos jóvenes jugadores de la actual plantilla.
Poco esta durando la ilusión a la hinchada bermellona que ve como un equipo con quince fichajes y construido supuestamente para subir, no es capaz de ganar a rivales teóricamente inferiores.
A todo esto el domingo llega el líder de la liga, el Numancia, que puede provocar la segunda pitada para la entidad mallorquinista en una semana.
Toca trabajar, trabajar y trabajar para dar un vuelco a la situación.
Autor: Guillermo Amengual