Envidias, pactos,traiciones, alianzas,ansias de poder, mentiras, encubrimientos, rupturas. Este bien podría ser el guión de cualquier serie de fantasía  del momento. Pero la realidad  es, que esto es la triste actualidad del Real Mallorca. La guerra desatada hace semanas en la zona noble del club mallorquín, ha llegado a su punto mas devastador. Los duros enfrentamientos protagonizados en las últimas semanas entre Cerdá y Serra Ferrer,  desembocaron en un consejo de administración que tuvo graves consecuencias.


Serra Ferrer dimitió como apoderado del Real Mallorca, José María Durán fue destituido de su cargo de director general y  Julián Carnicero también presento su dimisión.

Cerdá se las prometía muy felices antes del consejo, y ahora mismo se ha quedado solo y sin apoyos.

De esta forma el Mallorca sigue bloqueado hasta el próximo lunes, día que se llevara a cabo otro consejo de administración, para organizar la estructura del club, que ahora mismo tiene un vació de poder absoluto. Nadie puede tomar ningún tipo de decisión.

Un episodio el de ayer, muy lamentable y que daña gravemente la imagen de un club histórico como es el Real Mallorca. Ahora habrá que esperar que movimientos efectúa cada uno de los integrantes de la directiva, para formar posibles pactos y gobernar el club bermellón.

Tras esta vergonzosa  página escrita en el libro de la historia del Mallorca, veremos como responde la afición este próximo domingo. Una afición hastiada de la situación actual de la directiva, que esta llevando al club bermellón a ser el hazmerreir del fútbol español.

Si alguno de los directivos del Real Mallorca, sintiera verdaderamente los colores del club, bien harían en presentar todos las dimisión.

A todo esto y aunque no lo parezca, el equipo mallorquín juega este domingo en el Iberostar Estadi, en busca de alcanzar por primera vez, tras veintiuna jornadas, los puestos de Play Off.

Guillermo Amengual