La temporada en el RCD Mallorca deja varias cosas en claro. Una de ellas es que la mano de Jagoba Arrasate se empieza a notar. Cuando llegó, el técnico vasco hizo alusión a la cantera. Tanto en Real Sociedad como Osasuna, Jagoba usó muchos jugadores de sus respectivos filiales. En Osasuna, siendo su última etapa en El Sadar, incluso logró que alguno como Aimar Oroz se asentase en la primera plantilla. Ahora el reto que tiene es mayúsculo. Lo tiene, sobre todo, por el nivel del filial. El Mallorca B de Gustavo Siviero, quien por cierto seguirá al frente, descendió a TerceraRFEF. Una categoría muy lejana a la Primera División y que complica, y mucho, que Arrasate vea jugadores capacitados para llegar al primer equipo. A fin de cuentas, hay hasta tres categorías de por medio (Segunda División, PrimeraRFEF y SegundaRFEF). Pero en este primer año de Arrasate, él ya ha divisado por donde pueden ir los tiros. Jan Salas, Marc Domènech o David López se han asentado en la primera plantilla del Mallorca.
Apostar por la cantera en Mallorca siempre ha sido muy complicado. Históricamente, los diferentes entrenadores no han logrado de confiar plenamente en jugadores que la afición sí veía con posibilidades. De vez en cuando aparecía un Marco Asensio o un Abdón Prats que inevitablemente debían estar, pero siempre ha costado mucho. Y hay más: la afición siempre le ha exigido más a uno de casa que a uno de fuera. Esta tesitura puede empezar a cambiar con Arrasate al frente. Marc Domènech es el canterano que más minutos ha disputado esta temporada. Diez ratitos y casi 300 minutos del jugador de Llucmajor en Primera son solo el primer paso para ser un fijo en la primera plantilla bermellona. Con solo 18 años ya ha sido titular hasta en tres ocasiones (Leganés, Villarreal y Rayo), dejando pinceladas del gran jugador que puede llegar a ser. En la misma línea se encuentran Jan Salas o David López.
Con Salas aún queda trabajo. El capitán del filial en SegundaRFEF ha tenido algo menos de protagonismo que Domènech en el primer equipo, pero en sus cuatro ratos en Primera División se ha visto el potencial que tiene. Este curso, con los Sergi Darder, Manu Morlanes, Dani Rodríguez o Samu Costa, Salas no habrá podido jugar mucho, pero sí habrá aprendido como nunca. Y en una línea parecida se encuentra David López. Salió en verano para Burgos, lo jugó prácticamente todo y en invierno regresó por la marcha de Siebe Van der Heyden. Se cortó de lleno su progresión, pero Arrasate dejó claro que confiaba en él.
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Más Domènech y cantera; menos cartera
Todo esto viene antes de una reflexión final y con nombres como Cyle Larin o Robert Navarro. Jugadores que han rendido pero que a nivel económico… bueno, dejan mucho que desear. El caso del canadiense es conocido por todos. Pese a haber marcado siete goles en Liga, Larin no termina de cuajar en el Mallorca. Ya sea por temas deportivos o por extradeportivos, el delantero canadiense saldrá del equipo por petición propia. Los casi 8M€ pagó el Mallorca por sus servicios… Una cantidad desorbitada para el club, más aún viendo el rendimiento que ha tenido en sus dos temporadas en la isla. Luego está Robert Navarro.
Desde el minuto uno, la operación con Robert Navarro se antojaba extraña. Un único año de contrato, casi un millón de salario y todo para, al final, coger las maletas y -seguramente- poner rumbo a San Mamés para jugar con el Athletic Club. Más allá de opinar de si se ha borrado o no en el final del curso, Navarro no ha salido a cuenta al Mallorca. Como tampoco Chiquinho o Valery Fernández. Nombres que perfectamente se podrían haber evitado para dar rienda suelta a la cantera. En su momento se priorizó la cartera y ahora, creo, Arrasate mirará primero lo que hay en casa antes de ‘aceptar’ otro de ellos.
