Punto y final. Manolo Reina dejará de ser jugador del RCD Mallorca el 30 de junio. El portero andaluz llegó a la isla en el peor momento, en Segunda B. Con él bajo los palos, el cuadro bermellón ha ascendido dos veces a Primera División, en una de las épocas más inolvidables que se recuerdan. Ahora, de nuevo en la élite, Reina ha ido perdiendo protagonismo hasta reaparecer en el momento más importante de la temporada, cuajando grandes intervenciones ante Sevilla y Rayo Vallecano. Su historia con el club bermellón siempre será recordada, y es que cinco años son muchos. Cinco temporadas donde ha sido héroe y villano, pero siempre muy querido por todos. Pablo Ortells dijo en su momento que le pondría sobre la mesa una oferta de renovación, pero justo ayer, el propio Reina, confirmó su adiós.

El del domingo fue mi último partido en Son Moix. El fútbol son etapas, y la mía aquí se ha acabado. Siempre recordaré el partido ante el Rayo. El Mallorca es el equipo que más me ha dado. Son cinco temporadas. Siempre seré mallorquinista, esto no se olvida”, confesaba el andaluz en Fibwi4. Y es que Reina es pura historia del Mallorca, ya que esta temporada se convirtió en el portero que más veces había lucido el brazalete de capitán.

Con dichas declaraciones Reina pone fin a cinco temporadas en Mallorca. Cinco años en los que el portero andaluz se ha ganado el derecho a ser el capitán del equipo, y con paradas que siempre serán recordadas. Las innumerables que hizo en Segunda División B. La del partido de vuelta ante el Deportivo de La Coruña en Son Moix a Quique. La de hace unos días en el Sánchez Pizjuán. Las dos a Falcao en el último partido.

El fin de una era

Reina era uno de los pocos de aquel grupo que hace cinco años estaba llego al club en Segunda B. Hablamos de los Xisco Campos, Abdón Prats, Àlex López, Marc Pedraza, etc. De toda esa lista ya quedan muy pocos. Y es que al adiós de Reina hay que sumarle el de otro andaluz. Salva Sevilla también dejará de ser jugador bermellón cuando termine la temporada, algo que se corroboró tras una despedida muy sentida el domingo tras terminar el partido. Se cierra, por lo tanto, uno de los ciclos más importantes en la historia de la entidad balear.