Inercia ganadora

Las maldiciones están para romperlas. En las últimas cuatro temporadas en Segunda División, el Real Mallorca no empezó ganando el primer partido en ninguna de ellas. La excepción fue el año pasado en Segunda B, que los bermellones sí ganaron en el campo del Peralada. Cómo han cambiado las cosas y, antes de nada, que no haya ninguna duda: la alienación del Real Mallorca que veis arriba no es un error. La confianza que tiene Vicente Moreno en, prácticamente, la plenitud del bloque que ascendió a Segunda se ha constatado esta tarde en Son Moix. Algo que le ha servido para romper esa maldición y ganar el primer partido de Liga 1-0 al CA Osasuna con gol de Abdón Prats.

Más que el resultado, las sensaciones. Ganar es importante, pero las sensaciones que ha dejado el Mallorca en este primer partido son más que buenas. Los bermellones han sido superior en todas las facetas del juego a un Osasuna que no ha intimidado en ningún momento a Manolo Reina. Desde los primeros minutos de partido el equipo local ya dejó claro cuál iba a ser su tónica durante los 90 minutos: atacar por bandas, ser contundentes en el medio y en la zaga y aprovechar la velocidad de los laterales. Todo ello se llevó a cabo con un Lago Junior que lideró al Mallorca en los primeros minutos. Suya fue, por ejemplo, la primera ocasión clara de gol. La superioridad bermellona se corroboró durante toda la primer parte. Superior en cuanto a posesión y ocasiones, el equipo local pudo marcar a través del mencionado Lago o Carlos Castro, Aridai y Abdón. Los navarros, por su parte, estaban completamente encerrados en su campo. Es más, uno de los primeros disparos del Osasuna ha llegado a los 35 minutos.

El rol del cuarto delantero. Si hubiera que destacar uno o dos nombres del Real Mallorca serían Lago Junior y Abdón Prats. El delantero mallorquín junto con Carlos Castro han estado activos en todo momento. Creando ocasiones y ayudando en defensa. Una dupla que ha funcionado a la perfección y que ha llevado al único tanto de la tarde. El asturiano provocaba un penalti y Abdón lo transformaba rozando el final de la primera parte. La tónica en la segunda parte fue la misma. El Mallorca buscaba el segundo gol, pero poco a poco iba reculando.

Sufrido final. El Osasuna disparó poco entre los tres palos, pero la sensación de peligro existía. Ha medida que los minutos iban pasando los navarros mejoraban en cuanto a llegadas al área bermellona. Incluso la entrada al campo de Brandon Thomas daba más tensión a esos últimos momentos. Tanto fue así, que los visitantes marcaron, pero el gol fue anulado por juego peligroso. Pasado ese mal trago de incertidumbre, el árbitro pitaba el final. El Mallorca ha vuelto al fútbol profesional por la puerta grande porque, recordemos, esto de debutar en Segunda División con victoria, hacia mucho tiempo que no lo hacía.